
La nuestra es una cultura volcada hacia el exterior, ya sea en el espacio o en el tiempo. Es ahí fuera donde sucede todo. Pero de pronto, a despecho de nuestra arrogancia, un ser microscópico nos ha puesto contra las cuerdas y nos ha hecho revivir situaciones de otras épocas que parecían definitivamente superadas. Y aquí estamos, confinados, viviendo un tiempo que es puro presente. ¿Qué hacer?
Sigue leyendo